Terapia musical

Más que escuchar música, tocar música activa varias partes del cerebro simultáneamente. Se estimulan las emociones, se despiertan los recuerdos, se fomenta la expresión de los sentimientos, se facilita la interacción social. La musicoterapia puede ser de diversas maneras. Estos incluyen enfoques más pasivos como escuchar música (grabada o en vivo), proporcionar una lista musical personalizada (música preferida) en un iPod, o enfoques activos como cantar canciones familiares en un grupo o tocar un instrumento musical. La musicoterapia mejora los síntomas depresivos y de ansiedad, la agitación y los comportamientos problemáticos, mientras que mantiene las habilidades perceptuales-motoras. En contraste con la musicoterapia pasiva, la musicoterapia activa, siendo más adecuada para personas con demencia leve a moderada, ha demostrado mejorar la capacidad cognitiva general

 

Breve presentación narrativa de intervenciones no farmacológicas