Se ofrecen prácticas guiadas sobre tareas estándar relacionadas con la memoria, la velocidad de procesamiento de la información o la capacidad visual-espacial en sesiones individuales o de grupo o bien en forma informatizada (tabletas digitales). Las tareas de dificultad variable están disponibles, de modo que corresponden a las capacidades, déficits y necesidades de la persona. El entrenamiento cognitivo puede incluir el aprendizaje de estrategias de memoria (mnemónica). Las personas con trastornos cognitivos previos a la demencia parecen beneficiarse más, pero aun moderadamente, de la formación cognitiva en comparación con las personas que sufren demencia con respecto a la cognición, la atención y la memoria. La ausencia de beneficios significativos demostrables puede atribuirse a cuestiones metodológicas que han obstaculizado los esfuerzos de investigación para considerar todos los beneficios potenciales que pueden obtenerse mediante la capacitación cognitiva.