Para las personas con demencia, la capacidad de hablar y utilizar el lenguaje como medio de comunicación se ve muy afectada. Esto puede causar malentendidos y frustración mutua con otras personas y por lo tanto tener un profundo impacto en su capacidad para mantener relaciones positivas.
Para los miembros de la familia y los cuidadores puede ser difícil mantener la comunicación satisfactoria durante todo el curso de la enfermedad. La dificultad en la comunicación también puede provocar conflictos en las relaciones, aislamiento social y depresión, carga y estrés para los cuidadores.
Reconocer los cambios que ocurren a medida que la enfermedad progresa ayudará a la persona con la demencia, su familia y cuidadores encontrar estrategias para comunicarse más eficazmente.