Entorno interior

En los últimos años, los estudios sobre la calidad de vida de las personas con demencia han prestado mucha atención a los enfoques no farmacológicos. Incluso si se reconoce que las terapias farmacológicas son fundamentales para frenar los efectos de la enfermedad, cuando es posible, las estimulaciones sensoriales y ambientales se consideran especialmente positivas para las personas con demencia.

. Es por esta razón que las unidades especializadas para la demencia a menudo están (o deberían estar) organizadas de manera que mejoren la autonomía de movimiento y creen un entorno rico en oportunidades, aunque no caótico. Las actividades propuestas se orientan a menudo hacia la rutina de la vida cotidiana, como preparar el café de la mañana, poner la mesa, cocinar, lavar la ropa, escuchar música, etc. y la persona con demencia debe participar en estas actividades sobre la base de sus propias aptitudes, capacidades y antecedentes vitales

Durante el día, la persona con demencia debe tener la oportunidad de involucrarse en actividades de la vida cotidiana que son normalmente familiares por el hecho de que toman lugar en entornos domésticos. Además de las acciones promovidas por el personal, las personas mayores deben encontrarse en un contexto que les brinde oportunidades de estimulación a través del entorno. De hecho, las esquinas de los espacios deben estar disponibles como rincones donde los ancianos pueden encontrar una cesta con ropa para doblar, una mesa con un jarrón y flores que se pueden manipular, un rincón donde uno puede parar y escuchar la música, algunos paneles con objetos de varios tipos que pueden ser manipulados, así como sombreros, bufandas o bolsas que la gente pueda vestir y llevar con ellos.

En el pasillo será posible encontrar burros con ropa recién lavada o una tabla de planchar para planchar la ropa lavada. Todos estos elementos enriquecen el contexto y pueden afectar a la calidad de vida del residente en varios aspectos. Esto ayuda por una parte a que el ambiente se parezca más a un hogar que un lugar aséptico, por lo que la orientación espacial se facilita y esto hace que la persona se sienta más tranquila. Tener la posibilidad de comer en un lugar que es muy similar a la propia cocina de la casa es sin duda más cómodo que un entorno con comedor. Por otra parte, cuando la cocina está llena de aromas de comidas, se facilita la orientación temporal junto con la orientación espacial: el olor de los alimentos indica que es hora de comer, ayudando así a la persona a recuperar un sentido del tiempo.

 

La disponibilidad de objetos con los que la persona puede interactuar espontáneamente también puede interrumpir el aburrimiento que a menudo lleva a las personas con demencia a ser pasivo o inquieto.

Imágenes en la pared como pinturas o carteles también pueden hacer el espacio más cómodo y, al mismo tiempo, estimulante. Pueden representar momentos de la vida, lugares queridos o pueden ser fotos de los propios residentes o de sus familiares.

Más allá de hacer el lugar más animado, las plantas y las flores pueden representar una especie de estimulación sensorial y ocupacional. La filosofía alternativa Eden sugiere que el cuidado de una planta puede ayudar a derrotar el aburrimiento y la sensación de inutilidad que las personas que viven en residencias de ancianos a menudo sufren. El mismo significado se atribuye a los animales domésticos que, gracias a las sensaciones positivas de su cuidado y al afecto incondicional que les dan, parecen constituir verdaderas terapias contra los síntomas depresivos

 

Otras terapias de estimulación sensorial