2. ¿Cómo nos comunicamos?

La comunicación puede verse como un proceso mediante el cual dos o más personas establecen una relación e intercambian algún tipo de información (el contenido o mensaje) a través de algunos medios (palabras, imágenes, gestos, etc.).

Normalmente distinguimos dos funciones en la comunicación: la fuente y el receptor, es decir, quién transmite el mensaje y quién lo recibe, respectivamente. Sin embargo, es importante destacar que en muchos intercambios comunicativos, como las conversaciones cotidianas, la gente cambia continuamente de un papel a otro, de modo que sería más correcto hablar de “participantes”. Además, la misma idea de receptor sugiere que la gente simplemente toma los mensajes dirigidos a ellos de una manera pasiva. Por el contrario, la gente interpreta el mensaje sobre la base de su experiencia, su conocimiento y sus sentimientos. ¡Sólo piensa en cuántas veces la gente reacciona de más, o malinterpreta lo que otras personas les dicen!

Nos comunicamos de otras maneras que no sean el habla. Nuestra postura, gestos, expresión facial y tono de voz son otras formas de transmitir mensajes. Considerando que el contenido de nuestros mensajes (lo que queremos comunicar) se transmite principalmente a través del lenguaje verbal, la comunicación no verbal es el canal a través del cual transmitimos, principalmente inconscientemente, “cómo” nos sentimos con respecto al contenido del mensaje, a otros participantes y a la situación comunicativa.

Dado que la comunicación implica diferentes dimensiones (el “qué” y el “cómo”) y diferentes medios de comunicación, the la competencia comunicativa se compone de diferentes aspectos:

  • Competencia lingüística, o capacidad de producir e interpretar mensajes verbales (que incluye a su vez sintaxis, semántica, fonología, morfología);

  • Competencia paralingüística, o la capacidad de producir e interpretar los elementos que modulan la comunicación como la prosodia, la velocidad del habla, la pronunciación, pausas, etc.;

  • Competencia cinética o capacidad de modular la comunicación mediante gestos (signos, expresiones faciales, movimientos de las manos, etc.);

  • Competencia proxémica, o la capacidad de gestionar la posición y la distancia de uno con respecto a los otros participantes de la interacción;

  • La competencia pragmática, o la capacidad de utilizar las dimensiones verbales y no verbales de la comunicación de manera funcional a la situación y a los propios fines;

  • Competencia sociocultural o capacidad de interpretar correctamente las situaciones sociales, los roles, las relaciones de los participantes